Unos de los aspectos menos conocidos de la guerra de Filipinas, fueron los miles de españoles que se quedaron en esas tierras después de finalizada la contienda. Siempre se ha hablado de los "últimos de Baler", sin embargo solamente en su momento se comentó con tristeza los otros soldados que quedaron prisioneros durante años en poder de los tagalos.
Debido a los continuos focos rebeldes que se estaban produciendo en distintos puntos de la isla de Luzón a mediado de 1896, el gobierno regente comenzó a enviar tropas para poder sofocar a los insurrectos.
Muchos de los soldados que habían quedado exento de cupo en los sorteos de quinta fueron llamados para incorporarse a filas.Quedaron exentos los que en aquellos tiempos podían pagar 1.500 ptas., el resto se vieron en la obligación de dejar sus tierras y su familia e ingresar en la zona de reclutamiento que le hubiese tocado.
La mayoría de todos estos soldados, unos voluntariamente y otros obligados se incorporaron a los distintos Batallones Expedicionarios que con destino a Filipinas se estaban formando principalmente en Barcelona Y Cádiz.
El viaje hacia Manila duraba alrededor de 28 a 30 días. La primera parada se hacía en Port Saïd para repostar el carbón necesario y víveres hasta la siguiente parada que era en Suez. Los 12 km. de este trayecto se tardaba 48 horas.
Unas de las unidades que llegaron a Filipina a principio de 1897, fue la mítica División Lachambre.
El viaje hacia Manila duraba alrededor de 28 a 30 días. La primera parada se hacía en Port Saïd para repostar el carbón necesario y víveres hasta la siguiente parada que era en Suez. Los 12 km. de este trayecto se tardaba 48 horas.
A la tropa no se le permitía bajar a tierra en las distintas escalas, se decia que era
para evitar las deserciones de algunos soldados, pero lo real era que todas las escalas estaban en manos británicas y no permitían que los soldados deambularan por los distintos puertos, así que los soldados se tenían que conformar con ver las ciudades desde la cubierta.
Después de esta penosa travesía llegaban a Manila, y tras una leve instrucción se remitían a aquellos sitios donde había mas deserciones por parte de los nativos o donde se habían recrudecido los casos de violencia por parte de los insurrectos.para evitar las deserciones de algunos soldados, pero lo real era que todas las escalas estaban en manos británicas y no permitían que los soldados deambularan por los distintos puertos, así que los soldados se tenían que conformar con ver las ciudades desde la cubierta.
Unas de las unidades que llegaron a Filipina a principio de 1897, fue la mítica División Lachambre.
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